Ricardo Marín nos habla sobre el dibujo a lo largo de la historia, debido a cambios y transformaciones que se ha producido en el mundo del arte, de la educación y de la sociedad en general.
La enseñanza del dibujo se implantó en el currículo escolar al mismo tiempo que se organizaron y generalizaron los sistemas educativos durante la primera mitad del siglo XIX.
La construcción de cualquier objeto o imagen es el resultado de un arduo y elaborado aprendizaje, y en la mayoría de los casos de una enseñanza sistemática. El sentido, los significados y el valor que adquiera la imagen viene determinado por normas, a veces complejas, que han depurado cada tradición o contexto cultural.
En la antigüedad según los filósofos griegos Platón y Aristóteles el dibujo por ser útil para la vida por sus múltiples aplicaciones. Se decía que la función de utilidad y belleza, acompañan desde entonces la enseñanza del dibujo.
En la Edad media de la mano de artesanos sin una escuela especializada, se procedía al aprendizaje de la artesanía desde el lugar de trabajo, el propio taller.
Las academias del renacimiento al romanticismo nos encontramos con manuales y tratados siguiendo los métodos de otros para la formación del artista. El dibujo imita la naturaleza y busca la belleza.
Durante la primera mitad del siglo XIX el dibujo se presenta como materia escolar planteando un nuevo problema educativo para el conjunto de la población. Una adaptación y simplificación de los métodos de formación del artista para uso escolar. El dibujo se especializa en artístico y técnico. Y en la copia de láminas. En la segunda mitad del siglo XIX, se descubrió un desarrollo espectacular de métodos y manuales de dibujo, todos ellos basados en la copia de láminas.
El siglo XX habla del descubrimiento infantil. Surgen las primeras orientaciones contrapuestas en torno a la educación artística: aprendizaje del dibujo, desarrollo espontáneo y natural de la evolución creadora, formación del buen gusto. Los niños y niñas ya no cometían errores por realizar sus garabatos, desproporciones, esquemas característicos pasando a ser una manifestación genuina y propia que tiene la infancia de comprender el mundo. Gracias a las investigaciones de la psicología evolutiva y de los movimientos artísticos de vanguardia.
La segunda mitad del siglo XX se desarrollan diferentes enfoques de educación artística como; autoexpresión creativa, educación visual, enfoque disciplinar, cultura visual.
La autoexpresión creativa se centró en la persona, la persona que se estaba formando. Valorando la capacidad propia del individuo para su pleno desarrollo como persona; potenciando su sensibilidad, sus capacidades creativas, sus posibilidades expresivas y comunicativas, la seguridad en si mismos y en su forma personal y única de comprender el mundo, su equilibrio y pleno desarrollo logrando poner lo mejor de sí mismos en las tareas que están llevando a cabo.
La educación artística no debía proponerse que todas las personas aprendieran a hacer arte sino, más bien al contrario, que a través del arte se aprendiera a ser una persona.
Si centramos nuestra atención en el productor de arte nos ocuparíamos primordialmente de hacer objetos hermosos, más que de los efectos de esta elaboración sobre los niños. La educación artística, por lo tanto, está relacionada principalmente con el efecto de ese proceso sobre el individuo, mientras llamadas “bellas artes” están más vinculadas con los productores resultantes.
Las artes son artes a secas. Desde mi punto de vista creo que la educación artística hoy día sigue estando pedagógica y metodológicamente más anticuada de lo que parece aparentar. Por poner un ejemplo haciendo un inciso, me gustaría hablar sobre la facultad de bellas artes de Sevilla. Bien estoy hablando del año 2011. Hasta la fecha se ha conservado el mismo plan de estudios, hablamos de un plan de estudios del 1980. Toda la programación de los estudios está completamente desfasada quedando en la marginación todo el estudio en profundidad del arte contemporáneo. La mayoría de asignaturas enseñan solamente técnicas artísticas del pasado con una metodología academicista. Son solo algunos profesores y asignaturas dejan ver a través del agujero el mundo que les espera a la mayoría de estos alumnos. Es nulo el intento por hacer que el alumno piense por si solo sin el uso de algún referente. El nivel creativo que hay actualmente, (si se puede valorar) es semejante al de un curso de manualidades para pensionistas. Hablamos de asignaturas totalmente desfasadas que solo perduran por algún interés que no voy a tratar. La combinación perfecta seria un método de enseñanza en el cual se aprendiese un nivel de conocimiento técnico como el que se puede aprender en Sevilla, y esto ya lo tenemos, pero nos falta esa parte pedagógica que estimule todo el potencial creativo dando una formación en la que se planteé enseñar a descubrir y a buscar respuestas, y que la mejor preparación para crear sea la creación misma. Los centros en general debe de haber una libertad de creación de centros escolares. Y que las escuelas tienen que ser autónomas, lo que va a parar en la autogestión de los que trabajan allí. Y además debería haber tantas escuelas libres como fuera posible que superarán el carácter de la escuela privada y presentarán una oferta abundante de posibilidades de formación. Porque así se avanzaría hacia una liberación del espíritu, en toda la vida cultural, de la presión que ejercen sobre el él Estado y los intereses económicos con poder político.
El proceso como desarrollo personal que las actividades artísticas propician: plena identificación con la tarea que se está llevando a cabo, intensificación de las emociones y sentimientos, descubrimiento creativo del mundo y de sí mismo.
Dos acontecimientos institucionales de gran importancia para la Educación Artística surgen en la década de 1950. En el 1951 la UNESCO organiza un seminario artístico acabando por fundar la Sociedad Internacional de Educación a través del Arte (INSEA). En 1955 la UNESCO aprueba las recomendaciones relativas a la enseñanza artística en las escuelas primarias y secundarias y a la libre expresión como el método mas adecuado de enseñanza.
El lenguaje visual como modo de conocimiento que ya afirmó Rudolf Arheim diciendo que ‹‹ver es pensar››. Las artes visuales constituyen un lenguaje.
La percepción visual es un proceso cognitivo activo y complejo. Se trata de un pensamiento visual. Las consecuencias educativas de estas ideas son decisivas para la Educación Artística; crear cualquier tipo de imagen no tiene que ver únicamente con la expresión de sentimientos, sino que constituye una forma de pensamiento, de la importancia que tiene.
Los medios de comunicación visual y el fenómeno publicitario provocaron que las artes visuales se desarrollan en torno a una cultura visual de imágenes y códigos visuales que eran capaces de ser comprendidos en una eficacia comunicativa y poder persuasivo que hasta entonces parecían solo propios del lenguaje no verbal.
Nace asi un paralelismo entre lenguaje verbal y lengua visual.
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